lunes, 10 de enero de 2011

¿El inicio de una nueva inquisición?

Hoy en Perú.21, Giovanna Pollarolo, escribió un pequeño, pero interesante artículo acerca de una polémica medida que se ha decidido tomar respecto a una edición de la novela “Las aventuras de Huckleberry Finn” (Mark Twain).  Pueden leer la noticia en este enlace: http://peru21.pe/impresa/noticia/cambio-palabras/2011-01-10/294257 .

La medida es una que tiene una apariencia inofensiva, su ejecutor puede que sea alabado por muchos antirracistas, sin embargo, considero que conlleva un gran peligro en lo que respecta a la libertad de expresión y al respeto a la verdad histórica (un clásico de la literatura es lógico que debe ser considerado como patrimonio histórico).

Alan Gribben, responsable de la nueva edición de este clásico de la literatura, ha visto que en la novela se menciona el término Nígger, 219 veces. La palabra Nígger, en la actualidad (en EEUU) denota desprecio hacia una persona de raza negra, entonces el Sr. Gribben, en un afán de no herir susceptibilidades ha decidido cambiar en la novela el término Nígger y reemplazarlo por slave (Esclavo).


Sin embargo, con este cambio más bien se demuestra racismo, ya que se subestima la capacidad de raciocinio de todas las personas de raza negra, ¿Será que se las ve como seres puramente emocionales y qué por ver la palabra Nígger en un libro escrito en una época donde imperaban otros valores si o si van a tirarse en sus camas a llorar? ¿Porqué no darles la oportunidad de que ellos mismos decidan si quieren o no leer ese libro? (lo cual sería una real opción no racista) ¿O es qué ahora los progresistas son los nuevos curas que nos dirán qué pensar y qué no? ¿Quién se cree Mr. Gribben para decidir qué herirá o no sentimientos, no es totalmente antiético alterar una obra que no es de su autoría?

Esto es apenas una pequeña bolita de nieve, pero si sigue creciendo se transformará en una terrorífica avalancha. ¿Se imaginan?, llegaríamos a tener en gran cantidad y eficaces inquisidores antirracistas, antiesclavistas, inquisidoras feministas, queriendo cambiar el contenido de los clásicos de la literatura, de los libros de historia y todo para no ofender a las diferentes razas o a las mujeres (ya sean blancas o de otras razas).

Ya imagino en la mente de estos inquisidores del siglo XXI, queriendo transformar a Aristóteles en un ferviente defensor de los derechos de la mujer (él en realidad consideraba a la mujer inferior al hombre) o quemar (bueno, reciclar) todos los libros de historia donde se narren conflictos bélicos para que las nuevas generaciones no alberguen violencia en sus interiores.

Gente como el Sr. Gribben, parece creer que pueden “perfeccionar” al ser humano si se le oculta la verdad, quieren ser como Rousseau y creer que somos seres bondadosos por naturaleza, cuando la realidad es otra.

Pero este tipo de acciones no tienen nada de nuevo.

En el libro “República” Platón le brinda voz a su maestro Sócrates el cual plantea la creación de un Estado ideal, una de sus leyes es prohibir que se narren a los niños y a los jóvenes aspectos negativos de los dioses, él desea desterrar un montón de fábulas, poemas que dan mal ejemplo, de un modo totalitario él propone prohibir mediante la ley que las madres, los maestros cuenten ciertas historias consideradas negativas para los niños y de paso (más grave aún) estipula que casi nadie en su Estado ideal sepa jamás las historias en las cuales se cuentan las maldades ejecutadas por los dioses (a excepción de un grupito selecto) de este modo él alterará la historia de su entorno, tanto le importa la virtud que es capaz de ocultar datos para realzarla.

 Yo como mujer me sentiría ofendida si no se me permitiera leer a Aristóteles por el simple hecho de que él consideraba a la mujer como un ser inferior, me gusta leerlo tal y como escribió en su tiempo y me negaría rotundamente a leer una versión “edulcorada” para no sentirme “ofendida".